El Colegio

El Colegio

Desde la época jesuítica, que realmente fue corta para esta misión, desde 1754 hasta la expulsión de los sacerdotes de la Compañía de Jesús en 1767, los indígenas chiquitanos santiagueños fueron educados en español, latín y mantuvieron siempre la generalización en su lengua madre, el Chiquitano. Muchos indígenas aprendieron a leer y escribir, además sabían leer música, así lo demuestran las Solfas de Santiago, reconocidos en toda la misión de Chiquitos, pues algunos vivieron hasta principios del siglo XX.

En 1928, pasó por varios caseríos, rancheríos y pascanas predicando el evangelio, el misionero Jorge Tomás Haight, miembro del Instituto Bíblico Moody de Chicago (EEUU) y quien había realizado la travesía de Puerto Suarez – Santa Cruz de la Sierra. Al retornar a Puerto Suarez, don Jorge y los Decker recién entran a Santiago y el lugar los impresiona y piensan en establecer una misión, la cual se concretiza un año después, en septiembre de 1929.

Santiago de Chiquitos para esa época estaba casi en el abandono de los pastores católicos, ya que por cincuenta años no contaba con un sacerdote residente. Cuando don Jorge Tomás Height logra organizar la Misión Evangélica en Santiago, llega a la par el Fraile Luis María Oefner en 1930, lo que genera una treta religiosa y rivalidades por la educación de los fieles. Como resultado se conforman la “Escuela Evangélica Particular de Santiago” (El Colegio) y la Escuela Católica, que es fusionada con la escuela fiscal.

Para la puesta en marcha del colegio, don Jorge hace los bancos, mesas y otros muebles. La primera profesora del colegio es la Sra. Elena Weld de Haight, esposa de don Jorge, y asisten ocho hijos de santiagueños de esta congregación.  A partir de 1933 esta precaria escuela con principios evangélicos cala muy hondo en la educación de las poblaciones vecinas, a nivel regional y nacional. Se transforma en “un internado, que año tras año aumento de número, llegando alumnos de puntos cercanos y lejanos” (Weld 1982:17-18) y contribuyendo así a la formación de hombres y mujeres de bien y que engrandecen el Oriente boliviano.

En los años 70, Santiago pierde su fuerza y el internado pasa por dificultades con una menor asistencia de alumnos. Se decide trasladar la escuela y cerrar el predio de esquina inicial. En 1977 muere don Jorge, su partida conmueve al pueblo entero, a propios y extraños, y llegan misioneros de todas partes, amigos, creyentes, autoridades políticas, cívicas y militares. Es despedido por los músicos del pueblo y el ataúd recorre las calles de Santiago de Chiquitos.

El pueblo de Santiago, en agradecimiento por el trabajo iniciado por don Jorge Tomás Haight le rinde homenaje. A partir de 1982, a solicitud de la profesora Noemí Peinado de Sáenz, Supervisora Regional de Educación Urbana de Roboré, se resuelve nominar el Colegio Evangélico de Santiago de Chiquitos con el nombre de ‘Jorge Tomás Height’, el cual sigue vigente y alberga alumnos de secundaria.

La Remodelación del Colegio

El predio original del Colegio queda cerrado por décadas, hasta que en el año 2005 la arquitecta Mary Pacheco, ex-alumna del colegio evangélico y visionaria en la necesidad de proteger la naturaleza, sus costumbres y tradiciones de ese pueblo Chiquitano, decide adquirir la propiedad para extender el funcionamiento del Hotel Boutique Beula.

El predio del Colegio es declarado patrimonio histórico municipal en fecha 23 de Julio de 2008, por el Gobierno Autónomo Municipal de Robore. A partir de la fecha de declaración de patrimonio histórico, se empieza la restauración del predio, vía remoción de las pilastras de madera que sustentan el techo para su tratamiento y esfuerzo de posible re-utilización.

Fachada del Colegio – aun sin remodelar:

colegioantiguo

Actualmente, el predio EL COLEGIO esta restaurado en un 80% y cuenta con diez suites para albergar al huésped del Hotel Boutique Beula & El Colegio

Patio interno del Colegio con salas de aula remodeladas a suites:

Las habitaciones:

Las habitaciones por mantener su tamaño original de aula, son bastante espaciosas. Todas cuentan con baño privado, una cama matrimonial y dos camas de soltero (twin), además de las comodidades como TV con DVD, ventiladora y mini-bar.

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